Como todos los años por esta época, José
Pedro nos comenta en cada visita a la tienda, “podíamos ir a la nieve con las
bicis de montaña”. Así que después de convencer a Javi, Luis y Nacho, que se apunta
a un bombardeo, José Pedro preparó la expedición a la Covacha, por la vertiente
norte de la sierra de Tormantos.
El año pasado nos tiramos más tiempo
caminando sobre la nieve que pedaleando encima de la bici, pero bueno, siempre
es una buena opción cambiar de aires y disfrutar de un día en la sierra. Además
esta vez nos lo hemos pasado de pu… madre (Javi, hay que tener cuidado con el
lenguaje, que esta página la pueden leer menores), bueno os contamos.
Después de madrugar y encontrar un día en
Cáceres que pintaba fatal, montamos nuestras máquinas en el coche y a ver que
encontramos. El panorama cambio totalmente una vez que pasamos Cabezuela del
Valle, dejamos atrás la niebla y al llegar al puerto de Tornavacas pudimos
disfrutar de un mar de nubes sobre el Valle del Jerte, que pasada.

En Puerto Castilla, ya en la provincia de
Ávila, aparcado el coche y preparadas las bicis, nos pusimos a pedalear, la
mañana clara pero fría, 1 grado sobre cero, normal a esta altura. Comenzamos
por una zona de pistas que picaba siempre hacia arriba, poco a poco la
temperatura fue subiendo y nos fuimos despojando de ropa. El terreno fue
cambiando según nos acercábamos al circo, llegamos a un alto desde el que se
podía divisar toda su magnitud. Sobre un camino más técnico, teníamos que tirar
de destreza, entrando en acción Luis el “funambulista de la bici”. Después de algún
que otro aterrizaje, rotura de radio de la bici de Javi, incluso hicimos
algunos pinitos patinando sobre hielo, llegamos a la laguna del Barco.
La nieve empezaba en torno a los 2000 metros,
pero de aquí para arriba se lo dejamos a los montañeros. La pack incluía la
visita a refugios de montaña, suponemos que aunque no muy lujosos, deben ser el
mejor cobijo en caso de apuros. Rodeamos la laguna, que por cierto no estaba
llena, y nos dispusimos a bajar, para ello tomamos otro camino distinto al de
subida, nos gustas la aventura, al final nos llevo a nuestro punto de partida,
nos ha salido una ruta circular. Ascendimos 1000 metros de desnivel, la mayor
parte sobre las bicis, aunque en algún tramo de la subida hubo que cargar con
ellas, la bajada nos la chupamos encima de la maquina, para la admiración de
unos montañeros que fliparon al vernos.
Ya de vuelta, paramos para tomar un
tentempié, dimos buena cuenta de las viandas que nos tenía reservada Luis, además
con avituallamiento líquido, en este caso en un envase un poco particular, una
bota de vino.
Que más podemos contar, esto es para vivirlo,
podéis ver más fotos en el enlace. (Fotos Javi Cobos)